Aquí os dejamos una nueva entrega de nuestro consultorio. Muchas gracias por vuestras preguntas y vuestro sentido del humor.
Recuerda que puedes enviar tus preguntas a amigos@balbino.eu
Siempre que llega esta época del año me entra la duda de la vestimenta. ¿Cómo puedo hacer para no pasar frío por la mañana y calor a mediodía?
Ay, amigo. Es que nadie ha dado aún con la tecla exacta para vestir en primavera. Y más teniendo en cuenta que venimos de una época en la que las camisetas térmicas y los abrigos ligeros de plumas nos facilitan bastante la vida.
En Balbino estamos a favor de las capas y de los tejidos que transpiren. El mayor enemigo de la Primavera es el polyester. No nos engañemos, cualquier prenda pegada a la piel de cualquier tejido sintético se convierte en un enemigo en primavera.
Nosotros, que somos de cultura del Norte, nos regimos por el “hasta el 40 de mayo, no te quites el sayo”. El sayo Balbino podría ser la camiseta interior -pero de verano-. Entendemos que en los encuentros amatorios resultará poco sexy, pero hay casas estupendas que han renovado la imagen de este tipo de prenda.
Tema capas -alguien con mucho tino llamó a estas fechas las “semanas de la cebolla”-. Además de la ya citada camiseta interior, puedes optar por una camisa o camiseta de manga larga. Siempre está la posibilidad de remangarse. Y, por supuesto, el mítico gabán de primavera que protege del viento, de la lluvia o del frío de las mañanas y las noches de esta época del año.
Importante: suprimimos el jersey. Cuando uno se lo quita no hay manera de llevarlo elegantemente, y va a resultar un incordio en cuanto pase el mediodía.
Nos ha costado mucho confesar lo de la camiseta interior, pero este un consultorio serio, fruslerías las justas. Y por otro lado, ¿en qué otro boletín vas a leer la palabra “gabán”?
¿Sabéis si hay algún límite de tiempo para elegir la película o la serie que vamos a ver?
Pues no, pero debería.
Este es un tema muy interesante: el de las personas que se pasan más tiempo decidiendo lo que van a ver que el que pasarán después viéndolo. Creemos que es un signo de los tiempos. La oferta es tan vasta que la mera elección de convierte en una tarea en sí misma. Y como además tienes la opción de cortar por lo sano, como a los diez minutos no te haya enganchado el asunto, ya estás de vuelta en la casilla de salida.
Nuestra recomendación es que te abras en una libreta o en el móvil una lista de películas y series que quieres ver. Es importante que la tengas a mano para cuando vayan surgiendo en conversaciones o en cosas que veas. Así, cuando llegues al sofá, tendrás al menos un listado de cosas que realmente sí quieres ver.
Si sois más de uno, también es útil establecer un turno de elección. Respetando siempre el criterio del otro.
Muy importante: se debe penalizar al que se duerma viendo una película. Si eres tú sola u os dormís los dos a la vez, entonces no, porque eso es muy sano.
¿Por qué la gente se levanta media hora antes de que se abran las puertas del avión? ¿Qué sentido tiene?
Una vez fuimos en un vuelo de Volotea y presenciamos un pequeño milagro. La tripulación explicó cómo se haría el desembarco -por orden y por filas-, la gente siguió las instrucciones y daba gusto ver aquello, de verdad. Parecíamos gente educada. Daba hasta un poco de pena bajarse del avión de lo ordenado que estaba. Pero claro, eso es una vez en la vida.
Podemos entender que la gente se desabroche los cinturones y se ponga de pie en cuanto pueda -nos hacen mucha gracia los que están al lado de la ventanilla y no pueden levantarse del todo, pero tienen tantas ganas de hacerlo que adoptan posiciones cubistas-, pero lo que no se debe tolerar, bajo ningún concepto, son los reproches de los que van detrás de ti y te meten prisa. En esos casos, recomendamos bajar un poco el ritmo, invitar amablemente a la fila de al lado a salir, bajar con parsimonia tu maleta, sonreír elegantemente al cagaprisas y, ahora sí, salir con elegancia del avión.
Tengo una amiga que me cuenta siempre las mismas historias y no sé qué hacer, si decírselo o no, ¿qué haríais?
¿Has pensando que a lo mejor ella piensa que te encanta que te las cuente? Porque si estás poniendo cara de interés una y otra vez…
No, en serio. Se lo puedes (y debes) decir, pero de una forma sutil, educada y, sobre todo, nada más que empiece la historia. Si dejas que se embale, tienes que aguantar hasta el final. Y, por supuesto, díselo cuando estéis a solas.
Soy incapaz de lograr que las patatas al horno se me queden listas para comer, siempre se me quedan duras. ¿Alguna recomendación?
A ver… tampoco es que seamos nosotros muy cocinitas, pero ya que nos preguntas, pues te damos nuestra opinión. El tema de las patatas al horno es una cuestión de tiempo y de cariño -como casi todo en esta vida-. Como no sabemos si dispones de lo uno y de lo otro, nuestro consejo es que las cortes muy finas y que las frías bien -primero a fuego muy fuerte, luego ya a fuego medio- antes de meterlas al horno. Y gracias por hacernos envejecer ochocientos años con esta respuesta.
¿Seguís del lado de Shakira?
Mira, no. Tanta canción nos parece excesiva. Estamos neutros.
Si quieres leer la anterior edición del Consultorio, aquí te dejamos el enlace.