El cliente siempre tiene la razón. Y si el cliente decide darle la vuelta a uno de tus productos e incorporar un ciclo de venta completamente distinto al que tú habías imaginado, pues tú te adaptas a ese nuevo ciclo de venta. No te queda otra. Y porque un ente formado por centenares de personas es infinitamente más certero que tú. No son sensaciones, es estadística.
Cuando lanzamos las zapatillas Balbino, lo hicimos como un homenaje a nuestros mayores. Era un proyecto de memoria sentimental -la primera colección, de Pañerías Desaparecidas, rebuscaba entre los retales de grandes casas textiles hoy desaparecidas- que buscaba recuperar aquella sensación de hogar que había en casa de los abuelos. Nuestro objetivo era repensar las zapatillas de toda la vida para que nuestra generación -no vamos a hablar de edad, que es de mala educación, y seguro que las referencias que utilizamos te dan bastantes pistas- las sumara a su día a día como una pequeña licencia de lujo cotidiano. Redescubrir que las zapatillas no son solo para estar en casa sino que, en realidad, significan ESTAR en casa.
De hecho, una de las primeras campañas que hicimos por el día del Padre se llamaba “Caminamos sobre huellas”. Pedimos a los amigos de Balbino que nos enviaran fotos de sus padres de jóvenes y se las devolvíamos con nuestro sello. Fue una iniciativa muy sencilla y muy tierna. Aquí puedes ver las imágenes que compartimos en su día.
Seis años después de nuestra primera colección, hay una tendencia al alza que nos hace especialmente felices: la de los hijos que regalan zapatillas a sus padres. No era algo que tuviéramos muy presente en el radar hasta estas Navidades, en las que empezasteis a compartir con nosotros los mensajes que os enviaban cuando recibían sus nuevas zapatillas.
Había de todo. Desde los sibaritas que rápidamente identificaban la calidad e, incluso, la procedencia de los paños, a los que tiraban de ironía y le aseguraban a sus hijas que, desde aquel cenicero del colegio, no habían vuelto a acertar con un regalo tanto como lo habían hecho con las Balbino. También los que no sabían exactamente cuál de sus hijos les había hecho el regalo y, ya que estaban, se lo agradecían a todos.
Pero, sobre todo, había en esos mensajes un montón de palabras que tienen que ver con una palabra que nos encanta: cuidar. Cuidar a las personas a las que queremos.
Por eso, durante estas jornadas previas al día del Padre compartiremos los testimonios que nos habéis hecho llegar y que nos hacen sentir muy orgullosos -de las zapatillas y de nuestros amigos- que caminan sobre huellas con cariño, con respeto y con empatía.
No invertimos ni un euro en publicidad o marketing.
Pero tenemos algo mejor.
Algo impagable.
Los testimonios de los verdaderos expertos.
Palabra de padre.
P.S: Si quieres compartir con nosotros alguna frase o conversación, puedes hacerlo a través de nuestros perfiles en redes sociales o en el correo amigos@balbino.eu